La ecdótica y la filología a su servicio exigen hoy una nueva articulación, que conjugue la austeridad y la selectividad que imponen los tiempos con las nuevas perspectivas del hecho textual, a conciencia de las distorsiones congénitas a la edición crítica, las insuficiencias y costes de la edición digital, las dificultades de financiación, la transformación del canon cultural y la obligación de un rendimiento social evaluable.